martes, 29 de noviembre de 2011

Quería soñar y tuve una pesadilla

Hacía muchísimo tiempo que no soñaba por las noches, y deseaba fervientemente que esto ocurriese.
Al fin y al cabo, los sueños y las ilusiones siempre fueron el motor de mi vida.
Sin sueños, dormir carecía de sentido para mí.
Cada noche me metía en la cama pensando en todas las cosas con las que podría soñar mientras mis ojos estaban cerrados, pero por la mañana descubría con tristeza que ninguna de aquellas fantasías había tenido lugar en mi mente. Así noche tras noche, hasta perder la cuenta.

Pero aquella noche fue diferente. Tenía el extraño presentimiento de que iba a soñar, de que mi imaginación volaría por encima de la barrera de la represión, según mi querido amigo Freud... ¡Era maravilloso! ¡Por fin! Todo aquello parecía un sueño. No obstante... Poco tardó en tornarse pesadilla. De repente, aparecieron cascadas, rocas, caídas, muertes, temor, ansiedad y carreras en las que por mucho que corriese, no avanzaba...

Fue entonces cuando sonó el despertador, salvándome de aquel infierno y resucité.

Pues nada mil veces

He aprendido a odiar la frase "Pues nada."

Me muerdo las uñas sin llegar a comérmelas e intento estar bonita.
No me entiendo y me siento estúpidamente absurda y melancólica.

¿Por qué le doy tanta importancia a algo tan pequeño como tú?

Había olvidado como funcionaba todo esto... Y ahora no sé acordarme.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Lobos y Duendes

Esta noche no habrá lugar para lobos ni duendes.
Estoy abatida.
Y suena Amelie.


Poetas, pintores, actores...
Sencillamente, quiero desnudarme y  fundirme en  negro.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Sonaba "Rolling in the Deep"

Mientras subía aquella cuesta que separaba mi casa de ti, comenzó a sonar en mis oídos aquella canción. El marcado ritmo de la percusión, era lo único que conseguía mantenerme en pie y hacerme avanzar firmemente sin volverme sobre mis pasos.
Apretaba mis mandíbulas, una contra la otra y con las manos metidas en los bolsillos de mi vieja chaqueta de cuero, fruncía el ceño involuntariamente...

Desde hacía bastante tiempo era consciente de que nuestra relación no llevaba a ninguna parte. Cada día que transcurría, el sentimiento que antaño latía dentro de mí como la más ardiente hoguera, se apagaba más y más. Era un progresivo desamor... Y habíamos pasado tantos momentos entrañables juntos... Un año y medio de nuestras vidas, nada más y nada menos. Creo, a pesar de todo lo obsesivo, psicópata y surrealista, que nunca nadie me había querido antes como él lo ha hecho. Y solo por eso se merecía un final bonito... Nos lo merecíamos los dos.

Por eso mi decisión estaba tomada, por eso subía esa cuesta, porque no había dejado de quererle del todo. Y no quería hacerle más daño del que podía haberle hecho ya.

Los cartuchos estaban quemados, las cartas echadas y ahora me tocaba hablar a mí, una vez más.
Y allí estaba yo, sentada en un banco verde, en los pasillos donde un día nos conocimos. Diciéndole adios, intentando no llorar... Pidiéndole que me recordase como algo bonito, porque así lo iba a hacer yo para siempre. Como no podía ser de otra manera, Raquel empezó a llorar por todo y no podía parar y Dimitri intentó consolarla.

Nunca podré olvidar sus palabras: "Raquel, no llores más y escúchame porque quiero que recuerdes esto siempre: tú eres la persona más fuerte a la que he conocido en toda mi vida, y sé que puedes con todo lo que te está pasando. Siempre que nos ha ido mal, tú has estado ahí y has sabido seguir siempre adelante. Nunca he querido a nadie como te quiero a ti".

Después salimos de allí. Y nos abrazamos en la calle cuando el sol empezaba a morir. Fue entonces cuando me pidió el último beso que nunca pude darle. Él, me dijo "adios" y yo "hasta luego". Acto seguido, me giré y volvió a sonar aquella música que me gritaba:

"We could have had it all
Rolling in the deep
You had my heart inside of your hand
And you played it
To the beat"


Y seguí caminando, con paso firme y hacia delante, sin mirar atrás ni una sola vez... Y eso es lo que pretendo hacer de ahora en adelante en mi vida... Caminar, sin mirar atrás.