sábado, 19 de mayo de 2012

Ojalá que empezara de cero

Un día.
Un día entero sin saber absolutamente nada de ti y parece que el mundo se me cae a los pies.
Tampoco fue una discursión tan grande, ¿no? La misma historia de siempre. Yo bebida y tú sobrio. Yo queriendo estar sola y tú queriendo acompañarme aun habiendo llegado ya al destino. Tú me decías inmadura y yo te miraba llamándote niño. El cuento del chicle tirado en la calle.
No, realmente no siempre gano. Hay veces que digo cosas sin saber por qué y es algo que no me había pasado antes.
Somos un día con una noche oscura. Supongo que yo seré la segunda.
Pero si el día se va, la noche no tiene sentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario